El ahorro de agua se ha convertido en una preocupación habitual en los hogares. Los motivos son, además del beneficio que supone para el medio ambiente, el ahorro en la factura del gasto. Algo tan sencillo como cambiar la grifería para baño y cocina puede ser la mejor solución. Apostar por grifos que faciliten un consumo eficiente y responsable es la clave para reducir el gasto de agua en una vivienda, y hoy en día existen muchas opciones para conseguirlo. ¿Cómo pueden los grifos ayudarnos a ahorrar agua?
Una elección inteligente: grifos monomando, termostáticos y electrónicos
Para lograr ese ahorro de agua que buscamos en el hogar, es muy importante elegir la grifería más adecuada. Opciones como los grifos monomando, los termostáticos y los electrónicos son algunas de las más destacadas actualmente.
Los grifos monomando están considerados como ecológicos, puesto que permiten regular tanto la cantidad de agua como la temperatura de forma sencilla y con una mano. De este modo, podemos abrir el grifo en función de nuestras necesidades y logramos así ahorrar agua fácilmente. Además, se trata de grifos muy duraderos.
Los grifos termostáticos permiten elegir la temperatura de agua deseada y sus materiales termosensibles se expanden o contraen en base a la opción seleccionada. De este modo, al eliminar la fase de ajuste de temperatura, este tipo de grifos ahorran más y llegan a desperdiciar menos agua caliente que los monomandos más convencionales.
En cuanto a los grifos electrónicos, son una opción muy habitual en lugares como baños en restaurantes, centros comerciales, hoteles, aeropuertos, etc., y ya comienzan a estar también cada vez más en los hogares. Funcionan con infrarrojos, de modo que al colocar las manos debajo del caño, las detectan y dejan correr el chorro de agua automáticamente y sin tener que hacer nada. Los que se utilizan en el hogar tienen además un sistema que permite regular la temperatura antes de activar el flujo de agua.
En Grizasa, como especialistas en la venta de grifería para baño y cocina, recomendamos también cambiar algunos hábitos con el fin de lograr un mayor ahorro, como apostar por la ducha en lugar de darse un baño, hacer duchas cortas, cerrar el grifo mientras no se utiliza, etc.
